Un blog con ilustraciones, gráfica en general, letras, peladas de cable, poesía, mucho de fantasía y una buena dosis de sarcasmo. Siéntase bienvenido.
viernes, enero 13, 2012
lunes, enero 09, 2012
Caer
De pronto, todo es una suerte de caer, y caer.
Sueño que caigo, pero despierto al segundo de tocar algo como el suelo. No es suelo. Es el pavimento, es eso que cae como una hoja desde los árboles.
Los días se han vuelto una sucesión de eventos, de horas unidas de la mano. Sin querer, les he perdido el peso. ¿Es eso un minuto? Ya se fue. Pasó como tres segundos, una hora, Y como un día, una semana. De tal modo, los pensamientos se me nublan, y se me difunden, se volatilizan en una especie de tejido de múltiples capas. También el tiempo, las horas, los segundos, los pestañeos, los libros, hojas, nombres, números.
Volátil. Como si fueran de gasa.
Lo único que no quiero que se volatilice es eso que tengo, ese amor. Ese fuego, que queda congelado a veces, que se suspende en el día a día. No crea por favor que este amor se me va, o que se desvirtúa. Sólo el frío de los días de verano, con su ajetreo impersonal, ha tocado sus pequeñas manos, y las ha helado.
Como las manos de mi amor.
Es la ciudad y su ritmo, y su espíritu, y su gris, en tonos infinitos, descolgándose sobre mi fuego. Y sobre mis colores, que son los colores suyos.
Números, de nuevo, nombres, citas, hojas, segundos y datos. Todo se revuelve. Y cae, y cae.
En una especie de caer, que no llega nunca al suelo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)